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Cómo lavar ropa blanca y mantenerla reluciente: Guía de 4 pasos

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Índice

¿Lavas la ropa blanca con agua caliente o fría?

Depende. Para lavar tejidos blancos pesados como sábanas, toallas y calcetines gruesos, la mejor opción es el agua caliente. Para todo lo demás, tendrás que elegir entre agua templada o fría, dependiendo de lo delicado que sea el tejido. Consulta la etiqueta de cuidado del tejido para saber cuáles son las mejores prácticas de lavado.

¿Hay que blanquear la ropa blanca para mantenerla blanca?

De hecho, la mayoría de los expertos recomiendan evitar la lejía tradicional en la colada blanca. La lejía elimina los colorantes valiosos, reacciona mal con el detergente y puede amarillear la ropa en lugar de blanquearla.

Sin embargo, hay muchas alternativas seguras a la lejía que recomendamos, como la lejía sin cloro, el detergente antimanchas, los quitamanchas y los potenciadores de lavado.

¿Cómo puedo conseguir que mi ropa blanca vuelva a ser blanca?

Por suerte, hay muchas formas de devolver el brillo a la ropa blanca. Desde tratamientos antimanchas hasta lavados a fondo. Aquí tienes algunas técnicas para sacar -y mantener- el blanco de tu ropa.

  • Paso 1: Trata las manchas lo antes posible.
    Siempre es mejor tratar las manchas en cuanto aparecen. Aplica un quitamanchas y agua sobre una mancha nueva y frota la mezcla con los dedos. De este modo, la mancha desaparecerá antes de que se fije, pero no dejes de lavar la prenda por completo en cuanto puedas.
  • Paso 2: Trata previamente el amarilleamiento o la decoloración.
    En el caso de manchas viejas y adheridas, un tratamiento previo con un quitamanchas, lejía sin cloro, bicarbonato sódico o peróxido de hidrógeno preparará la mancha para su eliminación en el lavado. Aplica una de estas fórmulas tanto a las manchas viejas como a las decoloradas.
  • Paso 3: Incluye un potenciador de lavado.
    Si tu detergente habitual no parece limpiar la ropa blanca de forma satisfactoria, prueba a añadir un potenciador de lavado a la carga. Los potenciadores de lavado son agentes limpiadores seguros que pueden ayudar a dispersar las manchas difíciles y la decoloración. Algunos de ellos son el bicarbonato sódico, el bórax, el vinagre blanco destilado y el peróxido de hidrógeno.
  • Paso 4: Trata el agua.
    Dependiendo del clima y sistema de agua, puedes lavar con agua “dura” o “blanda”. Ambas pueden dificultar el proceso de limpieza de la ropa blanca. Algunos potenciadores, como el bórax, pueden ayudar a equilibrar el agua y conseguir una limpieza más eficaz.

Entonces… ¿Cuál es la mejor manera de lavar la ropa blanca?

Una vez dicho lo anterior y leído el tratamiento previo, podemos ponernos manos a la obra con el lavado adecuado.

Lavar ropa blanca normal: Guía paso a paso

Cuando decimos ropa blanca “normal”, nos referimos a camisas, pantalones, chaquetas, jerséis y cualquier otra prenda del día a día. (Más adelante hablaremos de toallas, sábanas, calcetines y prendas delicadas).

Estos son algunos pasos básicos para lavar la ropa blanca:

Pretrata las manchas: Como hemos mencionado antes, suele ser una buena idea utilizar un quitamanchas, lejía sin cloro, bicarbonato sódico o peróxido de hidrógeno para tratar las manchas antes de lavarlas. Frota suavemente la solución sobre la mancha.

La mayoría de la ropa blanca normal tolera el calor, pero no el calor alto. Compruebe las etiquetas de cuidado para establecer una temperatura que toda la carga pueda tolerar. En caso de duda, lave la ropa con agua fría.

Si la suciedad y el desgaste son leves, puedes utilizar el detergente habitual. Si la ropa blanca está muy desgastada, añade un potenciador de lavado o utiliza un detergente antimanchas.

Una vez finalizado el ciclo de lavado, comprueba si alguna prenda sigue manchada. Si detectas alguna mancha persistente, aplícale un tratamiento localizado y, a continuación, vuelve a lavar esas prendas.

Lavar toallas, sábanas y calcetines blancos

Las toallas, las sábanas y los calcetines suelen soportar temperaturas más altas que la ropa normal. De todas formas, comprueba sus etiquetas de cuidado para estar seguro. Por lo demás, lave estas prendas como lo haría con la ropa blanca normal. El lavado con agua caliente es ideal para estas prendas, ya que elimina las bacterias y los olores.

Lavado de ropa blanca delicada

La ropa blanca delicada requiere un poco más de cuidado que el resto. En primer lugar, comprueba en la etiqueta si las prendas delicadas deben lavarse a mano. Si puedes lavarlas a máquina, utiliza un ciclo suave con agua fría o templada. Si tus prendas delicadas tienen botones, corchetes o tirantes, utiliza una bolsa de malla para protegerlas de enganches y otros daños.

El secado de la ropa blanca es una parte que a menudo se pasa por alto, pero que es crucial para garantizar un producto final brillante. Un secado excesivo puede provocar manchas persistentes y amarilleamiento, y eso es lo último que quieres después de tanto trabajo lavando la ropa.

Cómo secar la ropa blanca

La mejor forma de secar la ropa blanca es colgarla al sol. La luz ultravioleta del sol ayudará a aclarar y blanquear tus prendas blancas. Si eso no es posible, el secado a máquina es una opción fiable.

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